La mayoría de los que me leen no son muy fans del fútbol y hoy, he vivido yo un episodio que me ha hecho ser también algo anti-fan y que al final os cuento. Muchos de vosotros sabéis que mi jugador favorito es, de toda la vida, David Villa.
Pues bien, atónito me quedo cuando en un solo día he visto tal cantidad de anuncios:
1. Fijadores que antes eran de Bisbal
Con comentarios como este:
como mola el peinado del villa, quiero hacermelo XDD pero no tengo el pelo negro.
2. Maxibón
3. McDonald's
Dejando el tema publicitario, el bochorno viene porque unos de mis vecinos de Farmville, cuyo hijo siempre se presenta a alcalde por un partido muy impopular (en esta zona) y que siempre consigue un concejal en los votos (o sea él sólo), han puesto un banderón a eso de las 2 de la tarde en su balcón. En Navidad hacen lo mismo poniendo unas imágenes de Jesucristo de 4x4 y ¡quién sabe! lo mismo el día del orgullo me veo un banderon de colorines... ¡JA!
En fin, que España ha perdido y antes de las seis ya estaba la bandera quitada. No es que me alegre pero esto se estaba yendo de las manos.
Imaginad por un momento la situación inversa a lo de Soraya con Eurovisión: cuando la extremeña iba a Eurovisión, ella decía que iba a ganar y todo eso tan humilde. Bien, pues al revés: como si el público no parase de decir que Soraya iba a ganar y ella pidiese cautela y que no nos flipásemos (cosa que, por supuesto, no pasó ni de coña)
Pues esto es un poco lo que ha pasado, España favorita, España por aquí, España por allá, 6 a 0 en el primer partido blah blah blah. Los comentaristas deportivos flipándolo, y creando ahí unas expectativas desemesuradas que ponían negro a cualquier sensato y apuesto que a los propios jugadores que en las ruedas de prensa han pedido que se pusiesen los pies en la tierra. Y no es que me alegre de la derrota, que yo sufro mucho por Villa, pero ha sido lo que ha pasado.
Así que me pregunto: ¿nadie aprendió la lección de Soraya? Ah, que se me olvida que somos pocos los que vemos a la vez Eurovisión y el fútbol. Ves tú, cuando cualquiera mezcla cosas distintas solo puede salir cosas buenas (como mezclar Xenomania con Lunae)
En fin, que España ha perdido y antes de las seis ya estaba la bandera quitada. No es que me alegre pero esto se estaba yendo de las manos.
Imaginad por un momento la situación inversa a lo de Soraya con Eurovisión: cuando la extremeña iba a Eurovisión, ella decía que iba a ganar y todo eso tan humilde. Bien, pues al revés: como si el público no parase de decir que Soraya iba a ganar y ella pidiese cautela y que no nos flipásemos (cosa que, por supuesto, no pasó ni de coña)
Pues esto es un poco lo que ha pasado, España favorita, España por aquí, España por allá, 6 a 0 en el primer partido blah blah blah. Los comentaristas deportivos flipándolo, y creando ahí unas expectativas desemesuradas que ponían negro a cualquier sensato y apuesto que a los propios jugadores que en las ruedas de prensa han pedido que se pusiesen los pies en la tierra. Y no es que me alegre de la derrota, que yo sufro mucho por Villa, pero ha sido lo que ha pasado.
Así que me pregunto: ¿nadie aprendió la lección de Soraya? Ah, que se me olvida que somos pocos los que vemos a la vez Eurovisión y el fútbol. Ves tú, cuando cualquiera mezcla cosas distintas solo puede salir cosas buenas (como mezclar Xenomania con Lunae)
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