Monday, June 21, 2010

Mis primeras compras

Aprovechando que no tengo nada de sueño y que Copito me recordó el otro día este trauma infantil, he aquí la entrada.

¿Te vienes a Córdoba de compras con nosotras?

Esa era la pregunta cepo de mi hermana, acompañada con una sonrisa supercautivadora. A mí, con ocho o nueve años, me parecía fascinante salir de Farmville para ir a la capital a comprar cualquier cosa. Pero lo cierto es que con el paso de los años era pisar la calle Gondomar (la calle de las tiendas de Córdoba) y ya entrarme unas ansias grandísimas.

Esta era la ruta típica de mis hermanas:



1. Zara

Mis hermanas se volvían locas en ella, y eso que ya vivían en Granada y casi toda la ropa la traían de allí, pero siempre había eventos en el verano (las ferias) que requerían nuevos modelitos y claro les decían a mi madre "¿el niño no tiene nada para la feria? pues que se venga a Córdoba con nosotras" Me pasaba como dos horas metido en Zara buscando tallas entre niñatas y llevándolas al provador. Luego párate a mirar como le queda y por último la decisión de quedárselo o no. Yo cada vez que decían "bueno, me lo llevo y si no me convence ya venimos otro día" se me ponían los vellos de punta. Al final , a última hora siempre volvíamos a Zara e ibamos a la sección de niños, unos 30 minutos antes de que saliese el bus para el pueblo, claro... el camino al bus es de 20 minutos pues ya puedes imaginar el tiempo que pasaba en la sección de niños.


2. C&A

Hubo un tiempo en el que el C&A de la calle Claudio Marcelo era lo más. Creo recordar hasta dos plantas. Pero eso eran, solo plantas, porque según mis hermanas "la ropa de C&A es siempre la misma pero con distintos colores". Recuerdo estar en plena Semana Santa y del aburrimiento que tenía encima, mientras ellas buscaban trapitos, verme las procesiones desde los cristales de la segunda planta. También como se me saltaban las lagrimillas cuando veía que había sillones para poder sentarme unos segundos antes de que mi nombre sonase en algún probador...

Con el tiempo aprendí artimañas para librarme pronto de ellas:

S: ¿Cómo me queda esto? ¿Cómo me lo ves?
D: Tú sabes que todo lo que te pongas te sienta bien.
S: Gracias (eres amor)


3. El Corte Inglés

Aquí creo recordar que más bien ibamos a mirar y a cotillear y escuchar a las pijas en los probadores. La verdad mis pobres hermanas hasta que no fueron maestras interinas no tenían mucho, y mis padres nunca han sido de estos que te dan una paguita para comprarte ropa y caprichos, eso lo invertían en darnos de comer que para eso eramos seis. Pero mis hermanas se lo probaban todo, aunque luego mirasen y se lamentasen de no tener un duro.

Después de leer todo esto puedes pensar que fui una especie de Oliver Twist de Inditex...


pero que va, mis amigos me decían que porqué me ponía la misma ropa para ir al cole y cuando iba los domingos a misa y yo siempre decía: es que mi ropa es de Sara y me gusta mucho ¿tú es que no te la compras allí?

Luego me llevé un ZAS EN TODA LA BOCA cuando mi traje de la comunión fue el del hijo de una vecina, pero bueno eso nadie lo supo... ¡hasta ahora!

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